Compacta expansividad de la Poesía


Domenico Fetti, 1589



Introducción

Aunque admiro la labor enorme de Gordon H. Clark en el campo de la filosofía, desprecio, con la misma vehemencia, su desprecio por la Poesía. Él dice que la redundancia del lenguaje poético en los salmos no añade nada a la verdad proposicional que comunican los mismos. Es decir, él pensaba (antes de meter la cabeza en el cielo) que la forma poética era accidental, y su manera predilecta de hablar, como sabemos, era la de las definiciones precisas, ad nauseam. Pero la forma y la sustancia del texto inspirado por Dios no son tan fáciles de dividir. Sus detalles no son adiciones inertes, sino que son probados en un horno siete veces (Salmos 12:5, Proverbios 30:5). ¿Acaso pensaría este honorable teólogo que Dios debería haber probado sus dichos dos o tres veces más? Yo creo que no es necesario. Pero si para estos teólogos amantes de los dichos precisos, las Escrituras usan palabras y expresiones que no son tan precisas como a ellos les gustaría, entonces reconocen que ella tiene escoria pegada al oro de sus magras definiciones. De nuevo: ellos creen que al hablar de Dios le faltó un poco de horno... Pero Dios no desperdicia su aliento. No hay nada accidental, o vago, en su manera de hablar, sus decisiones al respecto son tan eternas e inmutables como su mismo ser (de la cuál la revelación es expresión).

Así que, como verán, estos paladines de la ortodoxia más sólida y precisa han cometido el error de ser imprecisos en la doctrina de la inspiración de las Escrituras, que es, según creo, un tanto fundamental para todo teólogo un tanto respetable. 

 La Espada del Espíritu 

¿Cuál es el problema de escribir y hablar como Dios habla? Dios puso en manos del cristiano la Espada del Espíritu y, he aquí, no está hecha de unos y ceros, sino de finos adornos y engastes relucientes, labrada en un estilo hermoso, muy parecido al de los altos elfos de Beleriand. Por eso es n ecio el que cree que su hoja elegantemente curvada podría haber sido recta; que los engastes no son sino un mero adorno insustancial, o que las runas de su empuñadura no se aprecian cuando la mano del guerrero la sujeta. Pero no son solo el acero y su filo, sino también su forma y aspecto, los que forman parte de la manera en que Dios habla. Estas se adecuan perfectamente al alma del hombre que está bajo los  tratos del Espíritu. Dios habla poéticamente en gran parte de la Biblia, y esto no es un mero adorno. La poesía en las Escrituras no es un recurso para facilitar la memorización a un pueblo iletrado. No es mero pragmatismo. Dios habla poéticamente sus verdades, y deberíamos aferrarnos tanto al contenido como a la forma.

Una última objeción a la Poesía

"¿Para qué sirve?" Repiten como loros acéfalos los enemigos de la poesía. Pero ¿Qué significado tiene esa palabra tan poco pragmática? La belleza de Dios se expresa a través de Su Palabra, que es el resplandor de su sustancia, y es por ella que  hizo todo lo que existe. Por medio de ella hizo, como digo, el cielo y la tierra, por dar un ejemplo de las minucias que hizo con su habladuría poética... ¿sigo enumerando? 370.000 especies de escarabajos, que son un tercio del total de animales hasta ahora descubiertos. ¿Sigo? Miríadas de Ángeles, que también cuentan con elitros para cubrirse el rostro y muchos pares de ojos. Ok, creo que queda claro que el "para que sirve" no sirve para ser una refutación lógica de la utilidad de la Poesía. 

Haikus

Peter Leithart define a la poesía como "un exceso concentrado de lenguaje o habla". " La poesía está “concentrada” -dice él-, porque a través del sonido, la sintaxis, la rima, el ritmo y las asociaciones de palabras, implica, evoca y provoca mucho más de lo que abiertamente dice". Y esta breve y expansiva introducción tiene la finalidad de servir como excusa para la publicación de algunos haikus que he escrito, y que pienso seguir escribiendo. La idea es publicarlos en grupos de dos o tres haikus cada vez. Espero que sirvan para abrir nuestros ojos a la belleza absolutamente esencial de esa manera de hablar de Dios, tanto en la prodigalidad de la creación, como en la de las Sagradas Escrituras.


1

La poesía:
El ojo aguzado
Ante'l espanto.

2

La Biblia, cumbre
De la literatura,
Es poesía.

3

La poesía,
Soplo de Dios, tirado
A un costado. 


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