Recuerdos Entomológicos

 

Jean-Henry Fabre


Hay, creo advertir, alguna relación simbiótica entre la familia tradicional (natural) y la superioridad intelectual. Los hombres de mente más vigorosa que he leído fueron, principalmente, esposos y padres, y niños crecidos en un hogar sano, familiarmente hablando. J. H. Fabre nos cuenta sobre los cuidados maternos de los himenópteros, que son de los insectos más desarrollados y complejos. Fabre dice, en sus Recuerdos Entomológicos -que es libro que comencé a leer esta mañana- que: "La madre se emancipa de las tiernas solicitudes de la cuna, y las prerrogativas del intelecto, las mejores de todas, se aminoran, se extinguen, ya que para el animal, como para nosotros, la familia es una fuente de perfeccionamiento". Y tiene toda la razón. Como hemos presenciado con las nuevas olas de feminismo, hay alguna gigantesca relación entre, por un lado, el desprecio a la maternidad y a la familia, y, por otro, la reducción de los fulgores intelectuales femeninos. Ellas se pregonan a sí mismas como ejemplos de aquella intrepidez con que la abeja obrera arroja al macho de la colmena y se hace con el poder. Pero, lo único que realmente logran las feministas es afeminar a sus hombres, y transmutarse ellas mismas bajo los hábitos del macho opresor; a saber: pelos en el sobaco, una barriga prominente, cabello corto, y hasta logran emular el odio y los golpes que este suele propinar a las verdaderas mujeres, aquellas que aún no se han contaminado con las esporas de una vulgar ideología, de una logia tan carente de ideas. 

Como lo expresó Chesterton, en Herejes: "Un hombre puede entender de astronomía sólo si es astrónomo; puede entender de entomología sólo si es entomólogo (o, tal vez, insecto). Pero un hombre puede entender mucho de antropología por el hecho de ser, meramente, hombre". Sin embargo, uno no puede ser un hombre, y entender al hombre, si no es cristiano. El hombre es Homo Credens, y fue hecho para creer en Dios. Fabre también nos dice en su libro que: "la maternidad es la soberana inspiradora del instinto" y que "es el hogar, tres veces sagrado". El suyo es un libro de entomología, pero repleto de principios de antropología. no me sorprende que haya desechado y despreciado la teoría evolutiva de su compañero: Charles Darwin... El hombre, en definitiva, es Imago Dei, y, como imagen de Dios, su florecimiento humano -su etapa como imago- se da en la familia "tres veces sagrada", por ser esta el vestigio, por excelencia, de la Trinidad.

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