La Redención Cósmica y el Arca

 


Pintura de Simone de Myle



"Grandes son las obras del Señor; estudiadas por todos los que en ellas se deleitan" (Salmo 111:2 NVI).



Introducción

"Y Dios añadió: «Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con ustedes y con todos los seres vivientes que los acompañan: Dios concluyó diciéndole a Noé: «Esta es la señal de mi pacto, que establezco con todos los seres vivientes que hay en la tierra»". (Génesis 9:12‭, ‬17 NVI).

"Cristo es la imagen visible del Dios invisible. Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es el primogénito de toda la creación Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz" (Colosenses 1:15‭, ‬19‭-‬20 NTV).

"En la cruz de Cristo, como en un magnífico teatro, la inestimable bondad de Dios se muestra ante el mundo entero.  En verdad, en todas las criaturas, tanto altas como bajas, la gloria de Dios brilla, pero en ninguna parte ha brillado más que en la cruz, en la que ha habido un cambio asombroso de las cosas, se ha manifestado la condenación de todos los hombres, el pecado ha sido borrado, la salvación ha sido restaurada a los hombres; y, en resumen, el mundo entero ha sido renovado y todo ha vuelto a su buen orden".
  - Juan Calvino sobre el evangelio según Juan, 2:73.


Hace un instante se me filtró por alguna grieta del cráneo la imagen del arcoíris y del pacto Noáico. Es maravilloso lo que una imágen mental puede gestar. Las conexiones que hace una mente habituada a la tipología celestial no son siempre fantasiosas. Dios es el Señor de las metáforas y los tipos, por lo que no me resulta extraño el hecho de que nuestra mente comparta una estructura similar.


Metáforas vivientes



¿Qué es un insecto palo, sino un insecto que es "como" un palo? Un palo y un insecto están hechos, fundamentalmente, de bloques (o células) completamente diferentes. Pero, aunque sean dos cosas totalmente distintas, si las ves juntas, son casi idénticas y comparten semejanzas evidentes. Dos cosas distintas, acurrucadas, son una metáfora. De hecho, el insecto palo camina como un palo, dando pasos tambaleantes y lentos, imitando el movimiento de un palito moviéndose con la brisa. Imagino al insecto diciendo a sus depredadores, con un tono de dulce sarcasmo: "¿Qué salieron a ver, una palo agitado por el viento?" (Mateo 11:7). Y ¿qué es una mariposa que parece una hoja seca, sino una analogía viva de Isaías 64:6 que dice: "Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrastran como el viento"?

Estos insectos de la imagen de arriba son verdaderas metáforas vivientes, una maravilla artística del creador. Esa es mi excusa para este brevísimo escrito y para la gran verdad que -pienso- contiene. Siguienfo con la excusa; yo no tengo la culpa de tener una mente imantada a la que se le adhieren las metáforas fácilmente (aunque no tanto como me gustaría, siendo sincero...) o los tipos, cuando se trata de la lectura de la Biblia. Aunque, debo aclarar, hay extremos poco sanos para este tipo de deporte imaginativo, y Agustín provee un buen ejemplo que encontré por ahi:

"El arca tenía trescientos codos de largo, de modo que, en total, medía seis veces cincuenta codos, así como todo el tiempo de este mundo se extiende a lo largo de seis edades, en todas las cuales Cristo nunca deja de ser proclamado. en cinco edades fue predicho por profecía; en el sexto, el evangelio lo había dado a conocer en todas partes. La altura del arca se eleva a treinta codos, número que contiene diez veces la longitud de trescientos codos. Porque Cristo es nuestra altura, y cuando tenía treinta años de edad, consagró la enseñanza del evangelio, testificando que no vino para abrogar, sino para cumplir la ley. Pero el calor de la ley se reconoce en los diez mandamientos. Por lo tanto, la longitud del arca se completa en diez veces treinta codos. Y por esta razón Noé es contado como el décimo desde Adán. Las vigas del arca están pegadas con brea por dentro y por fuera para significar la tolerancia del amor en el marco de la unidad, para que la unidad fraterna no ceda ante los escándalos que aquejan a la Iglesia, ya sean de aquellos que están dentro o de los que están fuera, y para que no se destruya el vínculo de la paz. Porque la brea es un pegamento muy caliente y fuerte que significa el ardor del amor, que tolera todas las cosas con gran fuerza para mantener una comunidad espiritual”. San Agustín.

Aunque vale la pena pagar el precio de algunos errores inocuos como este, con tal de ser como San Agustín, sigue siendo bueno evitar los desvaríos en exceso.

Entonces, ahora sí, pensando de todo un poco, se me ocurrió que, quizá, el abanico de colores del arcoíris puede tener algo que ver con las diferentes criaturas con las que Dios hizo un pacto de vida (o pacto de amistad) en el ya mencionado pacto Noáico. La paz y la amistad entre los hombres y las criaturas se ve reflejada en el niño de pecho jugando con la cobra en Isaías, o en los paseos de Dios con Adán al fresco del día, o en la amistad trabada entre Jesús y sus discípulos, cuando dijo: "Los he llamado amigos".

Ambroce Bierce cierta vez definió la amistad como un "Barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta". Y es comprensible su definición satírica, dada la amistad que suelen mostrar los pecadores. Pero, en el caso de Dios, la amistad se muestra en Génesis como un barco lo suficientemente grande como para llevar a dos, de cada especie, en caso de tormenta .

Dios, al ver la gran maldad del hombre inundando el mundo, y a punto de destruirlo, eligió a Noé para que construyera un barco gigante (el primer barco de la historia) para salvar al mundo que se encontrara dentro del arca, y no sólo a los hombres, sino también a su ecosistema; a su hábitat humano, digamos. "Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con ustedes y con toda carne donde hay vida". La buena creación de Dios fue rescatada de la maldición en un arca, que es símbolo de la cruz de Cristo: el verdadero salvador del mundo.

"Por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz" (Colosenses 1:20 NTV).

Como dice Pablo en Colosenses, la sangre de la cruz de Jesucristo hizo la paz con todo lo creado, tanto en el cielo como en la tierra. Es por eso que él llama a Cristo, no solo el primogénito de entre los muertos, sino también -y en primer lugar- el primogénito de toda creación. Es decir: él es Señor de la Creación, supremo sobre ella. La cruz, entonces, tiene un alcance cósmico, y no solo humano. Toda carne fue salvada, y la vida de la carne está en la sangre, como dice Levítico: "La vida está en la sangre" (Levítico 17:11). Jesús salvó al hombre y a su hábitat, y ha prometido restaurar a ambos en la glorificación.

Ahora bien, el arcoíris, que es símbolo del pacto con Noé, es un arco. Y vale aclarar que es un arco de guerra, un arco que apunta hacia arriba, hacia Dios mismo; apunta al corazón mismo de la realidad palpable. Y ahí está mi punto: el arco que Dios eligió, que Dios inventó, es un arco de muchos colores, porque, como sabrán, la sangre roja (que es la sangre con hemoglobina) no es la única que entró en pacto con Dios aquel bendito día, ni la única en ser rescatada por la sangre roja de la cruz. Hay más sangre ahí fuera: sangre naranja, amarilla, verde, azul y violeta. Incluso algunas criaturas tienen sangre clara, o transparente, llamada hemolinfa.

En resumen, el arcoíris es un signo visible y universal de lo que Pablo nos enseña en el Nuevo Testamento: La redención es un asunto de alcance cósmico. Y no deberiamos achicar la cruz, o minimizar su alcance. Si la redención es cósmica -y lo es-, también lo será la resurrección, porque, como escribió San Pablo en 1 Corintios 15:35-42, "toda carne es semilla" y "hay diferente tipo de semillas".

Hace poco sembré un perro, y mi hermano un gato. Usted y yo seremos sembrados (espero que por las manos de nuestros hijos). Nosotros pecamos, no deberíamos sorprendernos si morimos. Pero ellos no, la creación gime por nuestra culpa. Pero aquí le traigo consuelo: ¿Usted sabe que hacen las semillas cuando son puestas en tierra y mueren? Bien, entonces, ¡Imagine la cosecha!

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