Habacuc
-GK Chesterton
Ten paz, Habacuc, Dios no puede morir.
Aunque todos muramos en oleajes de maldad,
No hay qué temer. Si Dios ha de vivir,
Querido profeta, tú también vivirás.
Higos y uvas, y apriscos llenos de ovejas;
Si estos faltan, él de nuevo puede hablar.
¡Oh, pueblo de Dios, que de Dios te alejas,
Lejos de su altar a Dios te verán matar!
Entonces, cuando todo hayas desolado,
Y cuando tu sol se apague de terror,
Y tiemble el cimiento del collado
Porque tu Santo soberano pereció,
Solo te pido que esperes, desesperado,
Que tres días más estires tu impaciencia;
Espera, aunque la vid se haya secado,
Que vuelva a caer el agua en pasas secas.
Joaquin Pignanelli
2-1-2024
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