El siguiente soneto está inspirado en un fragmento de una de las cartas de Lewis a su ahijada

 

Cs. Lewis, el racionalista romántico

"Ser un padrino de bautismo auténticamente cristiano, me parece una tarea demasiado difícil para mí, me pasa como a ti, que a lo mejor no te encuentras preparada para confirmarte y hacer la Primera Comunión. Ahora que si tú no lo estás ni siquiera un ángel lo estaría y todos tenemos que esforzarnos al máximo. Por eso creo que debo intentar aconsejarte. El consejo que se me viene a la cabeza es éste: cuando te confirmes o cuando recibas tu primera Comunión no creas que tus sentimientos van a ser tan intensos como quisieras o, por lo menos, ni lo pidas ni lo esperes. Naturalmente pueden serlo, pero también puede suceder que no. En ese caso no te preocupes, eso no es lo importante. Igual que a un hambriento le alimenta un plato de comida, aun cuando esté tan acatarrado que apenas pueda saborearlo, a ti te van a enriquecer los sacramentos, aunque al recibirlos no sientas todo lo que desearías. A veces Dios nos concede emociones profundas y hemos de agradecérselo. Ahora bien, otras veces no lo hace y, entonces, debemos decirle a El y decirnos a nosotros mismos que El sabe mejor lo que nos conviene. Este, dicho sea de paso, es uno de los poquísimos temas de los que creo saber algo. Desde que empecé a comulgar asiduamente y durante muchos años, no te puedes imaginar lo pobres que eran mis sentimientos y cómo me distraía en los momentos decisivos. Hace sólo un año o tal vez dos, todo empezó a mejorar. Esto demuestra que es fundamental seguir cumpliendo con lo que nos han enseñado".

- CS Lewis, a su ahijada Sara, poco antes de su primera comunión.


Ya sea que me sienta, o no, enviado,
Oro para vivir, por fe, tu seguimiento.
Ya sea que tenga el sentimiento
De ser por tu pan y vino alimentado,

O no, ruego, por fe, ser sustentado.
Ya sea que sienta en'l entendimiento
Tu luz, o no, oro con asentimiento
A la verdad toda que has revelado.

Ya sea que me sienta, o no, cuidado
Rezo que, aún sintiéndome en mis manos,
Sepa que en las tuyas siempre he'stado

Ya sea que sienta, aún entre hermanos,
Que tu, mi bien, me has olvidado,
Oro, que Hur y Aarón, hacia ti alcen mis manos.

Comentarios

Entradas populares