Jueves, Jeeves
Wodehouse no jugaba con las palabras, trabajaba con ellas. Doug Wilson lo llamó "cinturón negro de las metáforas"... ¡Vaya manera tan metafórica de describirlo! Puede que sus historias rayen lo ordinario, pero así es nuestra extraordinaria vida en este mundo. ¿Te imaginas una historia basada en lo que has hecho hoy a lo largo del día? Puede que las metáforas gloriosas de Wodehouse te ayuden a ver la gracia divina en lo ordinario; o puede que sólo te rías de ti mismo. Los ángeles flotan -dijo Chesterton en cierta ocasión- porque se toman a sí mismos con liviandad... ¿No somos polvo? Gracias a Dios, él se acuerda del polvo, y lo mira con gracia.Y, como escribió San Pedro, los ángeles anhelan ver nuestra patética vida bajo el sol. Si ellos pueden gozar de vernos comer cuatro veces al día, y dormir ocho horas, de seguro amarían leer a Wodehouse.
Ahora sí, la cita:
(Una pista, es una alusión a Job 39...)
"Se incorporó de golpe. El caballo bíblico que decía «Ja, ja» entre las trompetas no podría haber mostrado más entusiasmo".
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